Diosdado Cabello responde al absolutismo militar

Jesús Castillo (MAS)
Designación de Diosdado Cabello responde al absolutismo militar existente en Venezuela

A juicio del politólogo Jesús Castillo, miembro de la Dirección Nacional del MAS, la reciente designación de Diosdado Cabello como Presidente de la Asamblea Nacional debe ser interpretada como la redición del absolutismo en Venezuela, donde no existe independencia ni separación de poderes públicos, sino el culto a la personalidad. “Los venezolanos estamos viviendo uno de las etapas más oscuras de la historia política, puesto que aquí no hay Estado de Derecho que valga, aunque esté consagrado en el texto constitucional”.

El académico y dirigente político destacó en uno de las modalidades nuevas del absolutismo es el aprovechamiento e interpretación a su capricho de las normas constitucionales y legales por parte del régimen para imponer un modelo centralizado, autoritario y excluyente, sustentado sobre la institucionalidad militar. Por eso no es extraño cómo desde el gobierno actual la burocracia se ha incrementado con militares afectos a la ideología dominante.

Destacó Castillo que el absolutismo es un legado de la monarquía europea donde los ciudadanos eran considerados vasallos y el rey asumía todos los poderes del Estado, en nombre de Dios. Hoy en día, producto del liberalismo político, contamos con el parlamento y otras instituciones para contrarrestar el poder absoluto del ejecutivo. Sin embargo, en Venezuela, el presidente de la República, bajo su óptica militarista y un falso discurso en nombre del pueblo, tiene el control total de los poderes públicos y tiene, irremediablemente, que colocar a hombres vinculados a la institución castrense en cargos claves del Estado, tal es el caso del teniente (r) Diosdado Cabello.

Afortunadamente, el gobierno experimenta un desgaste evidente y una lucha interna en el PSUV lo que ha puesto al presidente en una actitud desesperada y tenga que recurrir a las fuerzas armadas para no morir en el intento. A esto se suma el avance significativo de las fuerzas democráticas en todos los niveles de la vida nacional que tendrá que expresarse en las elecciones presidenciales y de gobernadores, pautadas para finales de año. “Diosdado Cabello es la antítesis de ese país que quiere marchar hacia la democracia, el progreso y la participación de los sectores civiles”- puntualizó Castillo.