jueves, 1 de septiembre de 2011

Libia: invasión por petróleo y agua

                                                                         
                                                                             José Miguel Salas Mejías

Independientemente de la acertada condena contra la represión a connacionales, por parte del gobierno de Muammar Gadafi, la ofensiva mediática inscrita dentro de una estrategia intervencionista no ha permitido la formación de una idea clara acerca de estos acontecimientos. Es más, el reconocimiento de la posible participación de miembros del terrorismo islamista, por parte del gobierno norteamericano; hace pensar que ciertamente  la rebelión con epicentro en la ciudad de Bengasai estuvo azuzada por factores externos, financiados por las grandes potencias. De allí es fácil llegar a la conclusión de que los medios al servicio de las grandes potencias han creado condiciones de una intervención armada a cualquier país del mundo.

Para nada vale el argumento de proteger al pueblo libio, es demasiado contundente en relación con las masacres perpetradas contra el pueblo de Irak y Afganistán; por parte de las grandes naciones imperialistas, principalmente Estados Unidos. Lo que verdad les importa a los imperialistas en el caso  de los recursos naturales, como es el petróleo y el agua de Libia. En esta oportunidad encontramos, la mejor evidencia en el hecho de que después de la decisión unilateral  de suspender operaciones por parte del gobierno libio, así como la asunción de la zona de exclusión aerea, una vez tomada la resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU; no se justifican los bombardeos en territorio libio, incluso en la zona del noroeste donde no había combates. Todo lo cual evidencia, que la intervención no era proteger sino destruir, masacrar y apoderase de dicho territorio.

En definitiva, se trata de una guerra por el petróleo y agua. Las condiciones de Libia, expresada se hacen propicias para este tipo de intervenciones.
Las luchas de un sector del pueblo libio contra el despotismo de Gadafi es aprovechada por el imperialismo para justificar una intervención. De allí que no dudamos en condenar esta agresión contra la soberanía de Libia, sin dejar de condenar tampoco la represión del gobierno del ya derrocado contra rebeldes libio; pero lo principal en estos momentos es condenar la violación al derecho de los pueblos a la autodeterminación.

A nadie se le ocurre intervenir militarmente contra Estados Unidos, Francia o Inglaterra, a pesar del genocidio que han cometido contra nuestros pueblos a lo largo de varios años. Los acuerdos entre ellos dan paso a la prepotencia de mantener la hegemonía mundial, através de Estados Unidos que sigue jugando el papel de gendarme internacional; a cambio de lo cual busca de controlar los yacimientos de petróleo liviano que posee Libia o cualquier país en particular.

Es lamentable, la justificación que desde algunos medios comunicacionales y espacios posibles, se ha venido haciendo de la invasión a Libia, liderada por los países miembros  de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y avalado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) entre muchas razones porque:
1) Se pretende analizar la realidad de Libia, nación árabe del norte de Africa, de mayoría beduina, con los valores y estructura político social occidental. El sistema de organización político social no ha sido nunca que de ser de manera absolutista, como el resto del mundo occidental.
2) Se justifica toda acción del autodenominado consejo de transición, sobre la base del tamquam tabula rasa, inaceptable por desconocer la base genocida de dicho derrocamiento y las graves consecuencias que conspiran a partir de ahora, en las luchas intestinas y acciones criminales. En este sentido, Libia es sólo un país más dentro del mundo árabe, lo que nos permite recordar un poco de historia de luchas, entre el mundo árabe y el occidente europeo y posteriormente de los Estados Unidos, en el presente.
3) Se crea un pésimo precedente en el orden mundial, cuando desde los principales centros del poder de los tradicionales países imperialista; se esta montando el mismo formato de una posible invasión para Siria e Irán, sin ningún beneficio real para sus pueblos, como Túnez y Egipto pero si con la garantía de la regalía petrolera para Estados Unidos, Francia, Inglaterra entre otros miembros de la Unión Europea.
4) Pareciera que muchos sectores de la vida nacional venezolana, al igual que en muchos países occidentales y de América, se ignora la tragedia de Somalia, en donde millones de personas están muriendo de hambre todos los días, sin que los países de la OTAN  y la ONU hagan nada al respecto. Igualmente, llama la atención que nos aproximemos ni siquiera de manera informativa, a los problemas cercanos, como el que esta en estos momentos atravesando Haití, producto del terremoto de 2010 ha sido sido más vulnerable aún, al huracán Irene  que azotó a los Estados Unidos.
Llamamos a los pueblos del mundo, a expresar su rechazo y condena a esta agresión genocida por parte del imperialismo mundial representado por Estados Unidos, Francia, Inglaterra y la Santa Sede el Vaticano. 

josemiguelsalasmejias@hotmail.com            
         

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